Esta semana tenemos por aquí a Iván y Erika de Viviendo por el Mundo.
Una pareja barcelonesa que desde diciembre de 2014 se hallan inmersos en su particular vuelta al mundo.
Viaje que por lo pronto no tiene visos de acabar, ya que tal como dice el nombre de su blog, que es toda una declaración de intenciones, ellos están VIVIENDO POR EL MUNDO.
Erika e Ivan, por sus caras se diría que viajar sin fecha de regreso sienta bastante bien |
¿Cómo y porqué nació Viviendo por el Mundo?
La idea del blog nació mientras preparábamos nuestra vuelta al mundo.
Durante los más de tres años que estuvimos ahorrando para poder materializar nuestro sueño, también pasamos horas y horas leyendo otros blogs de gente a la que admiramos y que nos han inspirado muchísimo.
Algo nos decía que debíamos hacer lo mismo para cerrar el círculo. De hecho no es que “debiéramos”, ¡es que nos lo pedía el cuerpo!
Además de tener un recuerdo de nuestro viaje, teníamos muchas ganas de ayudar a otros viajeros y que la gente encontrara útil toda la información y consejos que íbamos a ir subiendo a nuestro blog.
Lo iniciamos con muchísima ilusión a modo de diario de viaje y poco a poco ha ido creciendo. Actualmente nos sigue cada vez más gente y estamos ampliando la variedad de contenidos, como el segundo ebook gratuito (os recomiendo su descarga) que acabamos de lanzar.
Tener un blog supone muchísimo trabajo, pero lo hacemos con muchísima ilusión y muchas ganas. A día de hoy estamos enganchados a él aún más que el primer día. ¡Es como nuestro hijo!
Con todo este tiempo que lleváis de viaje siempre hay lugar a que pase de todo. ¿Nos podéis contar algún tipo experiencia positiva que os haya pasado en este periplo viajero? ¿Y negativa?
Como experiencia positiva, sin duda la hospitalidad en la Patagonia argentina. Uno de los mejores recuerdos que siempre salen en las conversaciones cuando hablamos de nuestro viaje es la sorpresa que nos llevamos con la calidad humana que hay en los pueblos del sur de Argentina.
Nunca habíamos viajado “a dedo” y estábamos un poco acojonados el primer día. Pero cuando una familia nos “levantó” en la carretera hacia El Chaltén y nos invitó a instalarnos en su casa durante varios días como si fuéramos sus hijos, nos quedamos realmente desconcertados.
Nos sentimos tan arropados que hasta llegamos a sentirnos mal, ya que nosotros no estábamos a su altura. Y es que la vida urbana nos ha obligado a ser desconfiados, ¿no sería el mundo mucho mejor si todos fuéramos como ellos?
Otra vivencia que nunca olvidaremos fue nuestro Workaway (trabajo a cambio de alojamiento) en Puerto Escondido, México. El mes y medio que estuvimos trabajando en aquel hostel hicimos mucha amistad con el resto de miembros del staff.
La última noche cuando cerramos el bar y quedábamos sólo cuatro de nosotros, pusimos una de las canciones que había sonado casi cada día de nuestra estancia y nos dimos un abrazo múltiple larguísimo en el que no pudimos evitar las lágrimas. El momento más visceral del viaje. ¡Nunca los olvidaremos!
Y de experiencias negativas también tenemos dos: cuando nos robaron el ordenador en un bus en Ecuador, y cuando a Erika le picó el mosquito del Dengue y pasó los peores días del viaje.
En este último caso todo se superó en cierta manera cuando Erika se recuperó completamente. Pero aún nos acordamos de ese malnacido que se hizo pasar por trabajador del bus para ganarse nuestra confianza y robarnos sin miramientos meses de recuerdos en forma de fotos y vídeos que nunca vamos a poder recuperar.
Como ves, viajando te ocurre de todo: te encuentras con lo mejor y con lo peor que hay por ahí. ¡Hay que ir preparad@!
Aunque aquí vamos a hablar de una acción muy concreta que habéis realizado al llevar unos filtros de agua a Indonesia durante este viaje, como cooperantes ya tenéis un pasado. ¿Nos podéis dar unas pinceladas de otras acciones realizadas y de donde os viene esta motivación?
Erika: Antes de estar juntos, yo había vivido durante varios meses en la India y Nepal colaborando con ONG’s y enseñando inglés a los niños. Iván siempre decía que tenía unas ganas locas de hacer algo parecido (básicamente tenía envidia;)
Mientras ahorrábamos para nuestra vuelta al mundo, no pudimos esperar más e hicimos una vacaciones solidarias en Senegal, donde estuvimos un mes echando una mano en un orfanato (dando biberones y cambiando pañales) y también limpiando las playas (que más que playas parecían vertederos, ¡cuánta basura por dios!).
¡Ese viaje de todo menos unas vacaciones! Senegal no fue para nada fácil y a día de hoy no sabemos si encontraríamos la energía para repetir algo idéntico a aquello, pero es de esas cosas que te gusta haber hecho.
Ivan: También hemos realizado cosillas más concretas, como voluntariados con discapacitados (Erika con niños autistas y yo ayudando en la celebración de un mundial de fútbol para jugadores con parálisis cerebral). También alguna que otra acción menor en una campaña de recogida de alimentos.
¿De dónde nos viene la motivación? Por una parte no podemos evitar sentir admiración y respeto máximo hacia esos cooperantes vocacionales que viven para ayudar a los demás, y en muchos casos se juegan la vida.
Son unos pocos elegidos que tienen el talento y la actitud para vivir de esa manera, y por desgracia es algo que no se valora casi nada: vivimos en una sociedad consumista y egoísta donde sólo te admiran si tienes mucha pasta.
Nosotros no somos cooperantes natos, pero intentamos hacer algo bien de vez en cuando. En nuestro caso la motivación más directa supongo que nos viene de leer historias solidarias de viajeros como nosotros que han realizado buenas acciones por el mundo.
Viajar viene acompañado de muchos valores positivos que hemos querido adaptar en nuestra aventura, y transmitirlos ahora también en Viviendo por el Mundo.
De todas maneras, el motivo por el que alguien realiza una acción solidaria puede ser carne de debate. A mí me gusta ser autocrítico y no esconder que la motivación es algo dual: nos gusta ayudar a los demás, pero creo que siempre hay una parte de nosotros que busca sentirse bien. Es humano y no es para avergonzarse ni mucho menos, pero creemos que es bueno reconocerlo.
Realizar un voluntariado puede ser una actitud autocomplaciente en parte, sí, pero si influye positivamente en el mundo, ¡bienvenida sea!. Lo peor es quedarse de brazos cruzados.
![]() |
Boronbudur – Yogyakarta: El templo budista más grande del mundo. |
¿Cómo surge la idea de llevar los filtros de agua?
Ivan: en los últimos años me he formado como instructor de fitness y actividades deportivas, y desde hacía tiempo me rondaba por la cabeza fusionar de alguna manera deporte y solidaridad. Concretamente me interesaba hacer algún voluntariado relacionado con el surf y niños en riesgo en algún país en desarrollo.
Buscando por internet encontramos la web de una ONG creada por surferos, Waves for Water, que aunque se alejaba del voluntariado puro y duro que estábamos planeando, suponía algo rompedor para nosotros y a la vez un proyecto muy bonito al que no nos pudimos resistir. ¿Qué con un solo filtro podemos garantizar agua limpia para 100 personas durante 5 años? ¿Cómo no lo habíamos descubierto antes?
Erika: La propuesta de que sean los viajeros de a pie los protagonistas nos pareció algo revolucionario. Y tener la responsabilidad de captar los fondos y repartir nosotros mismos los filtros mientras viajamos por el mundo era un nuevo desafío de esos que nos gustan tanto.
Nos gustan los retos y queríamos hacer algo grande que no hubiéramos hecho antes. Y aunque costó lo suyo, finalmente pudimos contribuir a que la gente de Indonesia tuviera un poco más de acceso a agua potable libre de enfermedades. ¿No es genial lograr algo así mientras uno hace lo que más le gusta?
¿Podéis explicarnos un poco como se gestiona el crowfounding para recaudar los fondos?
En nuestro caso el aspecto técnico fue fácil, ya que Waves for Water te permite crear una campaña dentro de su web y tras difundirla online entre tus conocidos (y en nuestro caso, también lectores del blog), ellos mismos pueden hacer las donaciones directamente en esa plataforma.
En cuanto al éxito de la campaña, la cosa se complica. Cometimos el error de hacer nosotros la primera donación para dar ejemplo y creemos que nos salió un poco el tiro por la culata. Pusimos 50 euros porque era el valor de un filtro, pero no esperábamos condicionar a nadie ni mucho menos.
Lo que nos encontramos fue que hubieron pocas donaciones y de cantidades muy altas. Suponemos que al ver la primera donación la gente se sentía incómoda si donaba menos… en cambio ¡nosotros hubiéramos estado encantados de que hubiera habido mil donaciones de 1 euro en vez de una de 1000 euros!
De aquí nace el primer consejo: si haces la primera donación, ¡que sea una cantidad pequeñita para no asustar a los posibles donantes! jeje
¿Qué problemas burocráticos habéis tenido que solucionar y cómo los habéis superado?
La de verdad es que nuestros contactos en Waves for Water no eran muy ágiles a la hora de respondernos las dudas que les planteábamos por email. Tuvimos que espabilarnos bastante por nuestra cuenta para encontrar una ONG local y para resolver todos los trámites burocráticos que nos encontramos una vez el paquete con los filtros llegó a Indonesia.
La primera sorpresa con la que nos encontramos fueron los injustificados 80$ de gastos de envío que nunca nadie nos comentó que debíamos pagar.
Y la segunda fueron los 120$ de tasas de aduana que nos pedía la oficina de correos de Yogyakarta para poder recoger el paquete. “Gentileza” del gobierno indonesio, que en vez de agradecer, penaliza a quien hace el trabajo que deberían estar haciendo ellos.
En cierto modo, entendemos algunos de los motivos por los que se deben pagar estas cantidades de dinero (quizás tendría sentido si fueran mercancías para comerciar). Pero creemos que se debería informar bien de todo esto a todos aquellos que quieran realizar una campaña solidaria de este tipo. Estamos seguros que no hemos sido los primeros que se han encontrado con estos problemas… ni seremos los últimos.
Gracias a dios Project Child, la ONG que utilizó los filtros, pagó las tasas de la post office como agradecimiento a nuestra donación.
Finalmente pudimos hacer llegar los filtros a aquellos que más lo necesitaban y todo salió perfecto. Vivimos una experiencia muy bonita y esperamos que los niños (y los profesores;) de las escuelas incluidas en el proyecto tengan agua potable durante al menos 5 años.
Ese momento de abrir la caja y ver los filtros junto con la formación de los voluntarios de la ONG. Ver que vuestro objetivo esta tan cerca ¿Podéis describirnos las emociones que vivisteis en esos momentos?
¡Pues una alegría enorme al ver que todo apuntaba a un final feliz! Pero siendo sinceros, había habido tantos contratiempos que no las teníamos todas: hasta que no montáramos los filtros en la escuela ¡no íbamos a estar tranquilos!
La mayor alegría fue cuando fuimos personalmente a la escuela, montamos los filtros y explicamos a profesores, padres y otros voluntarios cómo funcionaban.
Las muestras de agradecimiento por parte de todos fueron increíbles. Después de todo el esfuerzo y preocupación para que todo saliera bien, tuvimos nuestra recompensa.
También fue muy especial para nosotros realizar el vídeo reportaje sobre todo el proyecto de principio a fin. ¡Nos emocionamos siempre que lo vemos!
A nosotros nos gusta cerrar las entrevistas con una pregunta abierta ¿Os gustaría añadir algo más sobre el tema? Tenéis pista libre para cerrar la colaboración lanzando el mensaje que os apetezca.
¿De verdad? ¡Mira que a veces nos enrollamos mucho eh!
Iván: Pues lo que siempre nos gusta transmitir es todo lo que puede aportar un viaje largo (que no es lo mismo que ir de vacaciones un mes).
Sin darte cuenta, viajando te acabas convirtiendo en alguien que se conoce mucho más a sí mismo, que valora mucho más cada momento y experiencia vivida y que tiene ganas de compartir y ayudar.
Vivir viajando te permite tener horas y horas para pensar en ti mismo y hacer lo que nunca tienes tiempo de hacer en tu vida normal. A la vez te permite ser autocrítico y pensar en cómo puedes mejorar, cómo puedes lograr moldearte hasta transformarte en tu Yo 2.0. Es una época para cuidarte y para cuidar todo lo que te rodea.
En el camino a esta transformación se van dando pasitos en esta dirección. Y uno de ellos es, por ejemplo, esta acción solidaria que hemos realizado en Indonesia.
Está claro que nuestro mensaje es que queremos que la gente viaje, ¿no? ¡Pues eso! ¡A viajar y a mejorar el mundo! 😉
Erika: Personalmente me gustaría añadir que a pesar de las adversidades no se debe decaer. A menudo lo más fácil es tirar la toalla y culpar a otros cuando no consigues algo.
No te equivoques y mucho menos culpes a otros. Si realmente quieres algo, lucha por ello. Vence todas las dificultades que se te presenten porque siempre existe una solución para todo. Lo más importante es no perder nunca la ilusión, las fuerzas, las ganas y sobretodo la pasión por lo que uno hace.
Para nosotros viajar es lo mejor del mundo, es lo que más felices nos hace. Si además, combinamos el viajar con poder ayudar a los demás siempre que podemos, esta felicidad de multiplica por mil.
Erika e Iván con los voluntarios de Project Child en la escuela donde llevaron los filtros |
Mil gracias desde aquí Erika e Iván por aceptar nuestra invitación y pasaros por aquí a contarnos vuestra acción en Indonesia que va a permitir que cerca de 1000 personas tengan acceso a agua potable durante los próximos 5 años.
A sido todo un placer y todo un descubrimiento ya que como dirían nuestras abuelas tenéis pinta de ser más majos que las pesetas.
Y para aquellos que quieran seguir más de cerca a esta pareja y sus proyectos os dejamos aquí la info para no perderles la pista: Facebook, Twitter y Youtube.
Si os ha gustado la entrevista y la historia que en ella se cuenta no podéis dejar de ver el reportaje que grabaron los chicos de Viviendo por el Mundo donde queda reflejado a la perfección todo el proceso desarrollado y el resultado final del mismo …. dentro vídeo!!!!
Si queréis saber como colaborar con nosotros no dejéis de visitar la página donde explicamos las motivaciones de nuestro PROYECTO y nuestra TIENDA SOLIDARIA.
Gracias chicos, ha quedado genial!
Un placer colaborar con vosotros y que estas pequeñas iniciativas tengan algo más de ruido en la blogosfera de viajes.
La verdad es que cada vez hay formas más diversas de colaborar en proyectos solidarios, y la de repartir los filtros potabilizadores en el lugar de destino da un papel protagonista a los viajeros nunca visto. Aún existiendo algunas dificultades, ¡acaba compensando con creces!
¡Animamos a todos los lectores a unirse a los viajes solidarios!
Un abrazo de Ivan y Erika
Gracias chicos!!!! Yo con que uno de los lectores se anime a probar esta otra opción que surge durante los viajes ya me soy más que por satisfecho. Así que bienvenido sea todo el ruido que podamos hacer con esta sección de cooperación. Un saludo pareja!!!!